mi buen sistema inmunológico

cada dos días, a las siete y quince mientras me levantaba para ir a la escuela, tocaban el timbre. don luchito vestía casual y a veces doña maría vestía elegante. estacionaban el furgón gris en la vereda mientras uno de ellos se bajaba de el, abría la reja y caminaba por el antejardín para entregarnos dos botellas de litro y medio —con las etiquetas ya gastadas, recién rellenadas con leche tibia hasta el tope. las hallullas tostadas con mantequilla esperaban en la mesa desde la once de la tarde anterior y la leche fresca las acompañaba perfectamente justo antes de salir. a las siete y treinta, envolvía con una servilleta las tostadas que no alcanzaba a comer, para disfrutarlas secretamente en el recreo de las diez. cuando no habían tostadas, la fila del desayuno era el lugar de encuentro con dos galletas y otro tazón de leche tibia en la escuela

escrito originalmente 7 de julio del 2016 para el concurso literario para chilenos residentes en el exterior y sus recuerdos “me contaron de chile;” la ilustración fue hecha por camilo koch el 23 de noviembre del 2020 y representa lo que camilo veía del relato desde la puerta de su casa en la ciudad de los ángeles cuando tenía siete años de edad. los jueces del concurso fueron: miguel ángel coll ugarte, gloria garafulich-grabois, lino solis de ovando gutiérrez, pedro pablo zegers blachet. el recuerdo no fue aceptado entre los 40 cuentos ganadores y finalistas