a través del ventanal, la vi y continué observándola en secreto. ella se convirtió en una obsesión para mi al igual que el chocolate sueco que me regaló en navidad; fue lo más delicioso que tocó mis labios hasta cuando los de ella chocaron contra los míos nerviosamente
escrito originalmente en el avión desde santiago hacia toronto el 5 de septiembre del 2010. la fotografía es referencial; las tostadas con chocolate amargo son buenas; el chocolate sueco era chocolate en polvo